Autoridades estatales, federales y militares, dispararon ráfagas de metralletas en el interior del Centro de Ejecución de Sanciones de Nuevo Laredo, durante un operativo para reubicar a 3 internos, que fue encabezado Ilya Vladimir Alonso Lopez, director de Operación Penitenciaria de los penales de Tamaulipas.
Aunque al momento del operativo se encontraba decenas de visitantes –entre mujeres, niños y personas de la tercera edad- los elementos policiacos (las autoridades no informan de que corporación son quienes dispararon) realizaron detonaciones con armas de grueso calibre en el interior del reclusorio.
“Allá adentro les valió empezaron a tirar balazos y todo, mira aquí traigo un casquillo donde los soldados, no sé quiénes eran pero estaban tirando balazos ahí, había niños, mujeres, personas adultas, no les importo”, dijo Sayrel Rodriguez, quien estaba visitando a su esposo.
Por su parte, Nohemí, otra visitante señalo, “estaba platicando bien, pero de repente yo oí yo corrí, y me escondí porque tenía miedo, en unos muros grandotes, escuché los puros balazos porque no vi nada yo”,.
El menor Ian, de 6 años, narro como sucedieron los hechos. “Yo temblé, me dio mucho miedo, yo solo estuve siguiendo a mi mamá, estaban disparando de más atrás, solo paso un helicóptero y estaban dando vueltas”, digo el pequeño.
El martes es día de visita. Las Personas Privadas de su Libertad (PPL o internos) estaban en los patios de cada módulo, acompañados de sus familiares.
De pronto, entraron las autoridades federales, estatales y militares, quien sin razón alguna empezaron a disparar contra los módulos, poniendo en riesgo a visitantes, en su mayoría niños y mujeres.
“Por disparos, hay al menos 2 lesionados, por esquirlas resultaron heridas varias personas, a todas la atendieron en el área de enfermería del penal”, dijo una mujer, que estaba en el interior visitando a un familiar, cuando las autoridades dispararon.
Fueron más de 3 minutos de disparos, los realizados. Aunque a través de un comunicado el Grupo de Coordinación Tamaulipas, señala que fueron agentes federales y asegura que se trató de disparos de “disuasión”.
El operativo inició alrededor de las dos de la tarde cuando un vehículo blindado de la Policía Estatal derribó una puerta perimetral en la parte norte de la prisión, mientras que comandos antimotines de la Policía Federal y fuerzas especiales del Ejército ingresaban por la puerta principal para someter a internos, custodios y familiares que estaban de visita.
Cuando las fuerzas federales y estatales ya se encontraban en los diferentes módulos comenzaron a realizar disparos al aire, obligando a los internos a cubrir a sus esposas e hijos, ocultándose en áreas como comedores, sanitarios, capillas y hasta debajo de las bancas, en busca de un lugar seguro.
El personal militar se dirigió a tres hombres, previamente identificados, les ordenaron que se pusieran de rodillas y comenzaron a golpearlos en su rostro, después les cubrieron el rostro con sus propias camisetas y finalmente los sacaron de la cárcel esposados.
El ruido de los disparos realizados al interior del penal causó alarma entre vecinos de los alrededores, entre ellos, alumnos, maestros y madres de familia de una escuela primaria ubicada a menos de cien metros de distancia.
Durante los noventa minutos que duró el operativo, decenas de familiares salieron asustadas, llorando de coraje denunciando ante periodistas la serie de abusos cometidos en contra de los internos del Cedes.
“Deberían de pasar para que vean la sangre que hay en los pasillos, hay internos heridos que están pidiendo ayuda, pero los militares no nos dejan pasar”, expresó la esposa de un interno.
El Gobierno de Tamaulipas a través del Grupo de Coordinación, emitió un comunicado de prensa donde informaban además que “las instalaciones del Centro de Ejecución de Sanciones están bajo control y seguras”.
También admitieron que durante el operativo “hubo disparos de disuasión” y que en el operativo solamente participaron” fuerzas federales”.
Por la tarde, personal del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo envió una carta al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, solicitando la presencia de visitadores a la cárcel de Nuevo Laredo para entrevistar a internos lesionados, así como a familiares que durante la balacera fueron víctimas de crisis nerviosas y malos tratos.
También se presentó una queja ante Olivia Lemus, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (CODHET) por la serie de abusos cometidos durante este operativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario